« Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días continúen en esta tierra. Honores en el sentido de dar a su bien todo su peso, saber bien quiénes son »

« Su tolerancia es ilimitada, siempre es fiel e incluso orgulloso de que su padre, que lo golpea como un matón, nunca lastima a una bestia; y está dispuesto a perdonarlo a todos, a echarle siempre la culpa, a no sentir odio, a olvidar rápidamente lo que pasó.............. »

« Hace poco me llamó la atención un libro en el que catorce padres, condenados por abuso sexual y que han seguido durante mucho tiempo una terapia grupal bien estructurada en su prisión, cuentan su historia. Es alentador ver lo rápido que estos hombres han cambiado su pensamiento cuando, por primera vez, fueron capaces de hablar de su angustia, sentirse comprendidos y aceptados. No es de extrañar que todos sufrieran graves deficiencias en la infancia. Deficiencias que habían sido camufladas bajo explotación sexual, sirviendo como sustituto del amor del que fueron privados. Lo que me parece alentador es que fueron suficientes entrevistas explicativas para conseguir que estos hombres quisieran transformarse. Vivieron treinta, cuarenta o cincuenta años sin tener nunca la oportunidad de cuestionar lo que sufrieron cuando eran niños, o, y mucho menos, discernir que era una injusticia. Naturalmente, infligieron el mismo sufrimiento a sus hijos bajo los mismos pretextos. Hasta que entendieron la relación entre su pasado y su conducta actual, este proceso de repetición, les era imposible liberarse de esta restricción interna. Hoy sólo ellos son capaces de asumir su responsabilidad y están dispuestos a hacerlo: porque dejan de considerar su destino como un niño abusado como el estado normal de las cosas. »