« Alice estaba esperando a Paul en el muelle. Había dejado un mensaje inaudible en el contestador automático, para advertir que llegaría en el ferry de la tarde. Era todo él. No podía decir si estaba tomando la 1:20 p.m. o 3:55 p.m. sería tomado. Ella había estado allí durante años, de pie frente a la señal del horario, tratando de adivinar sus intenciones. Al maldecirse internamente, Alice se había posicionado en el pontón ya a la 1:20 p.m., sabiendo muy bien que no estaría a bordo del primer barco. Ella había visto vagamente los rostros de los pasajeros que estaban bajando, repitiendo a sí misma que, de todos modos, había venido por nada. Se había sentado en un banco un poco lejos, descalza, su libro en su regazo, para evitar tener que entrar en contacto con nadie. En el pensamiento, ella lo desacreditaría: "Sé que no estás en ese barco, Paul! No creas que estoy tomando una decisión." Pero incluso entonces, bajo su control, se mantuvo burlándose e impredecible. Antes de que llegara el ferry de las 3:55 p.m., se puso bálsamo en los labios y se cepilló el pelo. La siguiente fue a las 6:10 p.m., que Pablo razonablemente habría llamado "noche". A menos que se perdiera el "ferry de la tarde", como dijo, lo cual era muy posible. »
|
Ann Brashares
Tú y yo para siempre |
Ann Brashares
Tú y yo para siempre
|
« "Es bastante natural no tomar la medida de las cosas que forman parte de nuestra vida cotidiana y sacrificarlas sin pensar, sin dudarlo. Les pido solemnemente que no cometen este error." »
|
Ann Brashares
Cuatro chicas y vaqueros, Volumen 5: Para siempre |
Ann Brashares
Cuatro chicas y vaqueros, Volumen 5: Para siempre
|
« A veces tienes que decirte a ti mismo lo que necesitas oír. »
|
Ann Brashares
Cuatro chicas y vaqueros, Volumen 1: El primer verano |
Ann Brashares
Cuatro chicas y vaqueros, Volumen 1: El primer verano
|