« En sus intercambios, a pesar de lo que los separa - treinta y tres años, dos mil millones de dólares en opciones de acciones y una dentadura brillante - ambos abusan de los nombres de pila, y esto colorea su conversación con un toque refinado de hipocresía venenosa. ¿Serían latinos que estarían en silencio. Como burgués que se declara amigo de su jardinero, Prior se ha convencido de esta ficción de amistad, pero Joanna no se deja engañar por nada. Ella discerne en el rictus del prior el sur indescriptible que lleva sobre él, estos signos y matices simbólicos que impregnan todas las relaciones raciales, reconoce esta postura espontánea que permite a una rica dama blanca con el pelo bien colocado ofrecer a su conductor negro las sonrisas más radiantes, una sonrisa de afecto abrumador donde su imperiosa certeza de la inferioridad natural de este nieto , esa sonrisa venenosa que no se ha movido ni un centímetro desde Gone with the Wind y que toda su infancia Joanna vio en los rostros en polvo de los clientes blancos de su madre costurera. »
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Hervé Le Tellier
La anomalía |
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« Hace unas horas, Joanna escribió estas cartas, pensando que no sería capaz de publicarlas. Los metió en su bolso, pero ahora son como un revólver que cometí el error de comprar. Lo escondemos junto a la cama, pero su presencia poco a poco abarrota todo el espacio, se convierte en una obsesión, y, como ahora exige que lo usemos, termina haciéndonos un asesino o un suicidio. Joanna June no pudo traerse a quemar estas tres cartas, y exigieron que se deslizaran en la caja. »
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Hervé Le Tellier
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« Ahora Lucie debería negociar con este otro... tampoco está dispuesto a prenderse fuego en el altar de este sacrosanto "equilibrio" del niño gárgara por psiquiatras infantiles que no saben nada al respecto. En el amor materno, el egoísmo más oscuro lucha con la rabia la generosidad más brillante. »
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Hervé Le Tellier
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