« Cada vez que paso unos días en Venecia, mis pasos me llevan voluntariamente o no a lo largo de las Fundaciones Nuove desde donde se puede ver la Isola San Michele. El día que tomé el vaporetto que conduce a este cementerio, me encontré con Claude Roy que estaba saliendo. Claude murió poco tiempo después y todavía estoy aquí... De repente pienso en mi padre cuyos camaradas durante la Gran Guerra cayeron bajo la metralla uno tras otro. Todos ellos, dijo mi padre, preguntaban: "¿Quién sigue? ¿Cuándo vendrá el mío?" Ciertamente no soy el único que hace esta pregunta. Siempre pensamos que la muerte es un proyectil enemigo que cae sobre nosotros. »

« En la literatura, abundan los ejemplos de esta disparidad y atracción mutua. Lo primero que viene a la mente es el del admirable relato de Fred Uhlman - el amigo encontrado - y sus primeras líneas: "Entró en mi vida en febrero de 1932 para no salir de ella `...` Recuerdo el día y la hora en que, por primera vez, mi mirada descansaba sobre este muchacho que se convertiría en la fuente de mi mayor felicidad y desesperación". Sí, la amistad también conoce su amor a primera vista. (pág. 120) »

« El ojo de la mente está ausente de las ferias. Va de la mano con la soledad, el silencio. Es tan associal como el sueño, como el gesto del pintor, y como nosotros durante el tiempo de la lectura, este feliz paréntesis donde olvidamos el tiempo. Este ojo nos invita a buscar en otro lugar. »