« La llamada batalla de los cerrados contra lo abierto, un tándem en realidad tan inseparable como el calor y el frío, la sombra y la luz, lo masculino y lo femenino, la tierra y el cielo, sigue divirtando nuestra galería. Este lugar común es el deleite de las mentes cortas, que prefieren citar Bergson ("moralidad abierta contra la moral cerrada") en lugar de Marcel Duchamp ("puerta abierta cerrada"). »
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Régis Debray
Elogios para las fronteras |
Régis Debray
Elogios para las fronteras
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« (pág. 380, cap.12, Dialéctico de la televisión pura) El entorno de las imágenes del mundo llega el día en que hace del mundo una imagen; de la historia de una película de televisión; y una lucha dudosa, como todos, un western como cualquier otro. Al trivializar lo extraordinario y sublimar lo banal; eufemizar desastres y atrocidades; tejiendo los acontecimientos, todos sigilosos y brillantes, igualmente espectaculares y por cierto, más o menos indiferentes; promoviendo un consumo al principio lúdico, pronto onírico, y finalmente actos y obras pornográficas, hechos y fechorías, juegos y desastres, el efecto de la realidad termina desrealizando las noticias. `...` Ficción de lo real y materializando nuestras ficciones, tendiendo a confundir drama y docudrama, accidente real y reality show, la televisión una vez más nos arroja tesis en antítesis, "desde la ventana del mundo" hasta el "muro de imágenes", de la música al ruido y viceversa. Y esta oscilación indeciso es quizás su última verdad. Un factor de certeza e incertidumbre, el pináculo de la transparencia y la altura de la ceguera, una fabulosa máquina para informar y desinformar, está en la naturaleza de esta máquina poder inclinar a sus operadores desde la mayor credibilidad hasta el mayor descrédito, en un abrir y cerrar de ojos, como nosotros los espectadores, del rapto al disgusto. »
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Régis Debray
Vida y muerte de la imagen |
Régis Debray
Vida y muerte de la imagen
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« Esto debería animarte, hijo, a cierta indulgencia y a prohibirte, en los asuntos del día, el ascenso a los insultos y, sin dar cinco minutos de tiempo de emisión al neonazi y cinco guaridas a los antirracistas, a no tener a los hijos de otras circunstancias como canallas (y que verán un crimen de guerra flagrante donde veas daños colaterales, y viceversa). »
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Régis Debray
Balance de bancarrota |
Régis Debray
Balance de bancarrota
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